viernes, 7 de mayo de 2010

LIMITE DE MARIO PEIXOTO. UNA PELÍCULA BRASILEÑA MÍTICA



Mucho cine del que se vio en los orígenes descansa en paz por el deterioro químico.

Limite es un filme difícil, lento y con una narrativa compleja, sofisticada y llena de referencias. Financiado con recursos propios del director y con infinidad de inventos desarrollados por la falta de material técnico y por el escaso presupuesto estaba inspirado en la imagen de portada de una revista vista en París por Antonio Peixoto. 

El domingo 10 de mayo de 1931, en el Cine Capitólio de Río de Janeiro fue exhibida por primera vez la película Limite, proyectada por el Club Chaplin en una sesión especial para sus socios e invitados. El director de la película, el poeta Mario Peixoto, no se presentó al estreno y no vio la reacción tímida del público, mala de la crítica, fría de los organizadores y helada de los distribuidores.* ¿Para quién había hecho el director esta especie de abstracción de sus sentimientos?.

La película fue tildada en Brasil de cine poético, como una experiencia visual de lo que podía denominarse cine literario. Este adjetivo le valió numerosas críticas de escritores que decían que aquello no era cine. En 1942, el músico y poeta brasileño Vinícius de Moraes proyectó la película a Orson Welles y a María Falconetti (Juana de Arco de Dreyer) con motivo de la visita del director para filmar el documental It´s all true.

Así, Limite fue atravesando tiempos turbulentos, deteriorándose día a día en las latas que la contenían, y su singular director caía en el olvido sin llegar a hacer jamás otra película. Debido a ese deterioro del nitrato de su copia original, el filme se dio por perdido hacia 1959.

En 1988, Limite fue elegido por la Cinemateca Brasileira el mejor filme brasileño de todos los tiempos. 

Una película muy difícil de ver, no solo por sus pocas proyecciones, sino por su difícil lenguaje.

EL CINE YA NO EXISTE.

---------------------------
*Saulo Pereira de Mello uno de los restauradores del filme. Melllo 1996, pág. 25

No hay comentarios:

Publicar un comentario