martes, 11 de mayo de 2010

OPERACIÓN CICERÓN. LA AVARICIA ROMPE EL SACO.




El cine de espionaje en su máximo esplendor.

Operación Cicerón (Joseph L. Mankiewicz, 1952) nos cuenta las andanzas de Diello (James Mason), secretario de altos vuelos del embajador inglés, en la Turquía neutral en la Segunda Guerra Mundial. Allí se darán cita los intereses por dominar la contienda de alemanes e ingleses en una historia verídica que estuvo a punto de cambiar los designios de la guerra.

Mankiewicz no se aleja de su estilo, muy teatral, casi siempre en interiores y con unos diálogos fantásticos llenos de giros y metáforas. El suspense y la incertidumbre rodean este clásico para contarnos que el menos sospechoso puede ser el más ambicioso.

Memorables la escena en la fiesta de la condesa Staviska que despide a una embajada para atender a la contraria o la secuencia de la persecución por el zoco.

El final es notable, desenlace de un guión y una realización que se comportan como maquinaria del mejor reloj suizo.

EL CINE YA NO EXISTE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario